30.4.11

Alegoría de un instante.

Nunca supe si eras tú o si era yo, nos confundíamos entre manos y risas. Y repentinamente supe, supe que iba a ser yo la que se desgarrarra fugazmente en el momento, y lo supe todo el tiempo. Pero nos decíamos, o yo me decía, silenciosamente: "todo está bien, todo". Y aún más risas, y gestualidad de palabras escritas y dichas, bien dichas y pronunciadas, de mostrar en silencio que eramos lo mismo, por suerte, todo el tiempo. Y en ese abismo de diferencia, en ese rincón plegado sobre sábanas, lo supe, mientras iba sucediendo, que yo entraba en ti o tú en mí y yo en todo por ti. O por lo menos en ese pliegue, y en ese momento, y todo mientras yo iba sabiéndolo, como un descenso de la dulzura en lo absoluto. Y me iba derritiendo por dentro, en una larga palabra, y lo iba sabiendo, todo el tiempo. Y todavía sabía que era yo y que eras tú, quizá demasiado claramente, hasta que sucedió, o fue sucediendo, que yo ya no supe, o supe sin saber realmente, como si esa integridad de loto se fuera con el viento y se abriera como una flor. Y mientras sé todo, entiendo (ahora sí entiendo) que podría ser perfectamente una contigo. Tú-yo. Tuyo ese momento de mirarnos a los ojos con una larga sonrisa por un buen rato. Y ante ese tesoro hubo un momento en el que guardar silencio formaba ya parte de un futuro.

Estar dentro tuyo es devenir.
Estar dentro tuyo es resolverme.
 

2 comments:

  1. estar contigo es amor sin lucro

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  2. Te iba a decir que soñé con lluvia y te recordé.

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