7.5.11

Réquiem por una tristeza.

En estos días he tenido el sueño líquido, desparramado. Me cuesta trabajo contenerlo, ponerlo en su lugar, definirle los límites, acomodarle un horario; una estancia. Aludo al sueño como una clave y etimología de "estar contenta". Finalmente uno está contenta cuando está contenido, que es decir lo mismo porque los dos son participios de "contener". Y uno está contenido cuando se contiene, cuando no vive más allá de sí mismo, ni en el deseo ni en la nostalgia, ni vive la vida de los otros ni se mete donde no lo llaman. Pero yo no puedo, me rindo. Yo no sé por ejemplo, dónde empiezo yo y dónde termina mi paciencia. A veces estoy en mi casa y tengo calor sólo de pensar en el calor de la calle, porque no sé bien si estoy afuera o estoy adentro. El otro día leí en algún lugar que la empatía es una bendición y una maldición al mismo tiempo.

Esta ciudad es una ciudad tristísima. Y el mundo es un lugar tristísimo mientras contenga una ciudad así. Esta ciudad es una mancha en el corazón, y no desaparece aunque me vaya. Yo me voy, y aquí se queda la tristeza. Yo me voy, pero se queda la tristeza. Yo me voy, yo siempre voy a querer estar huyendo. Siempre voy a querer estar de viaje. Siempre voy a querer estar contigo.

3 comments:

  1. Solo recuerda que la que lleva la luz en su interior eres tú, el mundo también la lleva pero la ignora, y así como tu sientes la tristeza del mundo, él la siente de ti, mejor enciende tu luz :).

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  2. Anonymous5/09/2011

    Feliz casi cumpleaños. Abrazo fuerte desde Buenos Aires :P

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  3. En realidad las ciudades no son tristes, y si se afirma algo asi acerca de una ciudad, no es la ciudad en sí, sino la gente que la habita. Las cosas no son tristes por si solas, uno es quien tiene esa idea o sensación.

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